En todo el mundo, en más de 175 naciones, los creyentes se unen el primer domingo de cada octubre para elevar una intercesión conjunta por la ciudad de Jerusalén. ¡Únete al movimiento hoy mismo!
Sólo hay una ciudad en todo el mundo a la que Dios ha vinculado su propio Nombre: la ciudad de Jerusalén. Como centro geográfico del Reino de Dios, la llamada a orar fervientemente por Jerusalén se declara a lo largo de toda la Escritura, hasta su culminación cuando Jerusalén se convierta en una alabanza en la tierra (Salmo 122:6, Isaías 62:7).
Qué hermosa es tu morada, oh Señor de los Ejércitos del Cielo. Anhelo, sí, desfallezco de anhelo por entrar en los atrios del Señor. Con todo mi ser, cuerpo y alma, gritaré con alegría al Dios vivo.
El llamamiento a rezar por Jerusalén es mucho más que un acontecimiento que se produce una vez al año: es un mandato bíblico que se ha convertido en un movimiento global durante todo el año.
Cuando unimos nuestras vidas y nuestras oraciones diariamente para rezar por Jerusalén, construimos juntos un poderoso escudo de intercesión contra las fuerzas de las tinieblas que vienen continuamente contra el pueblo y la tierra de Dios. Haz que tu grito diario, estés donde estés, sea rezar por la paz de Jerusalén.
Creyentes de todo el mundo se han unido a este histórico movimiento de oración por Jerusalén.
Más de 1.500 líderes mundiales se han comprometido a apoyar esta iniciativa mundial de oración en favor de Jerusalén. Escuche lo que dicen estos líderes sobre el Día de Oración.
Millones de personas en todo el mundo ya han dado el paso de hacer que Jerusalén forme parte de sus oraciones congregacionales y personales el primer domingo de octubre y también durante todo el año.
Realiza hoy esta sencilla pero poderosa acción y comprométete a unirte a nosotros en la oración este mes de octubre.